Todavía es un pibe, pero la vida ya lo golpeó con fuerza, lo puso a prueba. Sin embargo, lejos de bajar los brazos, se aferra a lo que más quiere y tira para adelante. Como siempre, para su familia. Agustín Ochoa tiene 20 años, juega en Colón Junior, equipo en el que salió campeón el torneo pasado, y ahora se recupera de una lesión que lo tiene a maltraer.
«Soy lateral, volante, extremo. Juego por toda la banda derecha. Empecé cuando era muy chico, en Poder Judicial», contó en diálogo con La Excusa Deportiva.
Fue en 2016 que sufrió la irreparable perdida de uno de sus hermanos. «Lo mató la policía. Lo balearon por la espalda por cruzar un semáforo en rojo. Fue un golpe muy duro, mi familia la pasó muy mal, hasta el día de hoy. Mi mamá y mi hermana cayeron en depresión, yo no tenía pensado volver a entrenar», dijo el chico.
Sin embargo, su madre entendió que debía seguir luchando por sus hijos y así lo hizo. Tomó a Agustín y lo llevó hasta Colón para que volviera a entrenar, para intentar recuperarse. En ese momento tenía 14 años. Meses después, siendo un niño todavía, ya estaba debutando en la Primera División del Merengue. «Fue lo mejor, después de lo que había pasado», indicó.
Y a los 16, una sorpresa inesperada lo cambió para siempre. Fue papá de Lían Thomas. «Mi hijo fue lo mejor que me paso en la vida. En ese momento me costaba pensar lo que estaba pasando, porque fue todo muy de repente. Pero ahora es lo único que me mantiene firme», confesó Ochoa.
Agustín tuvo un paso por Godoy Cruz, donde salió campeón del torneo local. Al otro año hizo la pretemporada en el Tomba, pero tuvo que regresar a San Juan por problemas familiares. «Volví a Colón donde disputé muchos partidos en primera. Salí campeón en el torneo anterior y ahora nos estamos preparando para pelear el regional», manifestó.
«Tenemos la gran ilusión de que se nos va a dar el ascenso. Todo el año hemos peleado arriba. Tenemos un muy buen grupo, agregó el joven hincha de Boca que actualmente se recupera de una lesión en el recto. «Llevo más de dos meses con esta lesión. Volví, jugué dos partidos y volví a lesionarme. Ahora estoy con kinesio y recuperándome para el comienzo del Regional. Espero llegar bien. La verdad que hace una semana ya me sentía sin ganas por no poder jugar. Pero tengo mucha ayuda de parte del club.
Ochoa se define como un jugador «demasiado intenso, rápido y oportunista» y sueña con ser un fugador profesional.